Cursos para hablar en público

Juan Pedro me enseñó el arte de contar y escuchar. Sobre todo escucharse uno mismo para encontrar el sentido, el pulso, el ritmo, tu forma propia y única de contar historias.

Tener la oportunidad de adentrarnos en el mundo de los cuentos y afrontar el reto de crearlos, contarlos y comunicar con ellos cuanto queremos-necesitamos es una experiencia muy interesante y enriquecedora.

Inicialmente, me planteé regalarme el taller “Érase tu vez” a ver qué pasaba, con una mezcla de curiosidad y deseo de introspección. Comenzó el taller y lápiz en mano, resoplé: esta experiencia me obligaba a hacer acopio de toda mi valentía y amor, hacia mí misma y hacia mi recorrido hasta entonces. Lo demás ha ido solo, con mi corazón en la mano, acompañada por mis extraordinarios compañeros de viaje, y en un delicado espacio creado y exquisitamente cuidado por nuestro querido Maestro Juan Pedro.

Más que una experiencia, ha supuesto para mí una verdadera aventura, un viaje hacia mi interior, en el que mi vida se ha reordenado y resignificado. He revisado (re-visto), revivido, y se ha abierto el camino para enamorarme de mí, de mi vida, y de todos cuantos han hecho posible que yo esté aquí hoy tal como soy. Ha sido mi viaje de reconciliación, gratitud y amor vital, en el que sin darme cuenta, se ha llenado de flores mi jardín. Y entonces, vuelvo a casa, con más paz, luz, y amor. Con final feliz.

El taller de oratoria al que asistí impartido por Juan Pedro Romera me ayudó a darme cuenta de cómo voz, comunicación y cuerpo están estrechamente relacionados entre ellos y con la emociones a su vez.

A través de la propia experiencia, con ejercicios de expresión y conciencia corporal, juegos, música y las indicaciones del profesor aparecieron emociones, algunas inconscientes, que me ayudaron a tomar conciencia de cómo era mi comunicación hasta entonces, junto con algunas de mis fortalezas y dificultades.

La profesionalidad, sentido del humor, respeto y conocimientos de Juan Pedro ayudaron y fueron hilo conductor exquisitos para conocer aspectos de mi misma desconocidos hasta entonces.

Dos años después del curso aun lo recuerdo con frescura. La metodología de juegos y risas a la par que seriedad absoluta que usas me permitió integrar mucha información que a día de hoy, sigo usando esos recursos que aprendí. No sé cómo pero me viene cuando lo necesito.

Es Integrar desde adentro, no desde la cabeza con teorías que olvido fácilmente.

Me divertí como una niña, recordé que bien sienta jugar. Entender que si hablas desde el corazón y con tu verdad, todo está bien, y llega al receptor. Esa es para mi la base del curso.

Descubrí que podía hablar delante de personas que no conocía, atravesando mis muros y vergüenzas. Me enseñó cosas de mi que no conocía, y eran positivas!!

No es un curso de crecimiento personal pero haces remover el corazón y eso es algo que no te esperas en un curso de oratoria.

Solo tengo buenas palabras hacia Juan Pedro y su método. Y sólo tengo buenos recuerdos porque hasta la sombra que apareció en algún momento, la recuerdo con alegría.

Gracias por todo.

Lo primero que me viene a la cabeza del curso de Oratoria son risas. Aparte de aprender mucho a hablar con fluidez y sin coger miedo delante de grupos, lo que más recuerdo es que me reí mucho aprendiendo. Conseguimos aprender a distinguir cuándo y cómo tu discurso llega a los demás y a perder la vergüenza a hablar en público.

Me ha servido mucho tanto a la  hora de afrontar entrevistas de trabajo, como a la hora de tener conversaciones importantes con los responsables de la empresa.

También me dio soltura y me quitó nervios en los momentos de traducir en público. Todo con una dosis de humor que me haría repetir.

Me acerqué al curso con un poco de inquietud puesto que “la puesta en escena ” que supone una actitud extrovertida me saca de mi zona de confort. No sólo disfruté en el curso sino que los resultados me han llevado a sentirme mejor en público, comunicarme con más fluidez, a sentirme mejor conmigo misma al conseguir un trocito más de libertad personal. Gracias.

Con su carácter sereno y don de palabra lógica y profundamente racional, Juan Pedro te sumerge en el mundo de los sueños, la imaginación y lo surreal para encontrarte contigo mismo, generar autoconfianza y empoderarte ante públicos y escenarios diversos, no siempre amigables y agradecidos. En sus clases de comunicación oral y dinámica de grupos emplea los recursos más básicos y primitivos del ser humano para despojarnos de aquellas ataduras y complejos que nos impiden manifestarnos ante el público con la naturalidad y espontaneidad que desearíamos, la misma que desprenden en sus discursos los “grandes” de la oratoria.  Juan Pedro hace magia con la mente y cultiva la actitud para demostrarte que los límites, si es que existen, los ponemos nosotros y que el éxito por tanto solo depende de uno mismo. Merece la pena trabajar con él las emociones y disfrutar de sus lecciones.

La experiencia que he tenido durante los cursos con Juan Pedro Romera (El Arte de contar Cuentos, Oratoria…), se la recomiendo a todo el mundo pues, además de divertirme y desconectar de la rutina, he podido explorar facetas mías que estaban aletargadas, así como trabajar la espontaneidad propia de la infancia y enfrentarme a algunos miedos como hablar en público. Seguiré asistiendo a sus cursos. Gracias.

El curso de cuentos me pareció muy interesante por lo efectivo y lo relajado, al mismo tiempo que hace asomar esa creatividad que llevamos dentro. Una sensación de alegría y de reconectar con la infancia. Muy bonito camino. Volver a poner magia en lo cotidiano, en eso Juan Pedro tiene maestría.

La experiencia del taller de escritura me ha permitido dejar de tener miedo a una hoja en blanco. He podido fluir. Dentro nuestro tenemos un caudal de emociones y sensaciones que sí el alter ego le permiten salir manifiesta nuestro mundo interior.

Juan Pedro nos ha enseñado a tomar conciencia y contacto con nuestro cuerpo y nuestra voz  para que también se hagan presentes a la hora de escribir y contar.

Una experiencia que recomiendo.

Los cursos de Juan Pedro, alquimista del universo simbólico y el ejercicio narrativo, nos brindan la posibilidad de volver a ser niños (despreocupados de las urgencias materiales, del pasado y del futuro), de vivir el ahora verdaderamente. Tienen mucho de juego, dinámicas, complicidades, nervios, superación de miedos y risas. Siempre hay una fase cuidadosamente diseñada para que soltemos y sacudamos miedos a través de dinámicas de presentación, música, movimiento, juegos, y breves puestas en escena. Yo he corroborado en estos cursos que todos tenemos cosas interesantes que contar, que estamos hechos de historias, como decía Galeano.  Este “espacio para contar”  nos ofrece la oportunidad de experimentar la humanidad, sorprendernos de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. 

Hace casi diez años que trabajo como profesora y estos cursos me han ayudado bastante a ser más consciente de mi “puesta en escena” cuando toca explicar. Los detalles que trabajamos en la puesta en escena – la postura corporal, la modulación de la voz, el contacto visual, las “coletillas” que decimos inconscientemente, etc.- son un ejercicio de toma de conciencia y práctica de la presencia fundamental para la existencia.

Salir del armario…literario!!

Llame a Juan Pedro y le dije: yo soy escritor de libreta y boli, no soy del mundo literario, escribo a escondidas y ¡!apenas lo sabe nadie!! Con esta conversación me animé a hacer un curso con Juan Pedro Romera, así de forma kamicace!! La verdad, ha sido una experiencia fantástica, no solo por conocerle, por los compañeros, por permitirnos ser nosotros, abrirnos y dejar fluir aquello que ni sabíamos que tenemos; sus técnicas te hacen pensar que todo en la vida puede ser literatura o música o la disciplina que quieras, solo es cuestión de creer en ti mismo y en tu potencial!! Después del curso compré un portátil en exclusiva para escribir; estoy haciendo cursos para poder escribir con el ordenador y en octubre empezaré un curso de 9 meses de iniciación a la escritura, porque ahora sí que puedo decir que escribo, ¡¡que he salido del armario!!

Participar en estos talleres para mí es un regalo.

Me parecen sencillos, productivos, divertidos, profesionales y útiles para llevar al cada día.

Un placer compartirlos con gente muy bonica.

Dispuesta a seguir formándome. Gracias.

Juan Pedro muchas gracias, es una forma de aprender, por decirlo de alguna manera, que andaba buscando y necesitaba, me gustó mucho el espacio, su ubicación y la naturaleza que lo rodea, la manera de trabajar el ponente es, como digo, la manera que ando buscando y siento que es la que necesito y que estaría muy bien que encontraran también los demás esa necesidad, pues la interpretación y la oratoria es muy necesario en estos tiempos de la atención precaria y la concentración dispersa. Muy agradecido y apoyando ese sistema de trabajo desde la escucha.

Realicé el curso de Escribir y Contar del pasado mes de julio 2018. Y la verdad es que fue una experiencia muy interesante y divertida. El diseño del curso combina actividades y dinámicas que despiertan y potencian la creatividad. Me resultó sorprendente comprobar que en tan poco tiempo era capaz de crear historias originales, asombrosas, ocurrentes  e incluso que tenían cierta calidad … y encontrar el mejor modo de contarlas y compartirlas con el grupo. Un grupo, por cierto, entrañable, divertido, comprometido y tan variopinto que sólo formar parte y compartir espacio, es riqueza extra que te llevas. Un curso que recomiendo, como cualquiera de los que organiza e imparte Juan Pedro, pues tiene el don de saber sacar lo mejor de cada persona, con generosidad (pues sabe muuuucho y lo aporta en cada sesión), haciéndote sentir en buenas manos.  Y termina el curso y te vas tan contenta, orgullosa de lo que has hecho y con agujetas en la barriga de la risa que te has pegado. Y saliendo por la puerta vas preguntando, -¿cuándo ha dicho que es el siguiente?

Mi experiencia en los talleres de Juan pedro Romera es una vivencia que va más allá del contenido del curso.

Es una sensación de acercarse a uno mismo a través del mundo de la creatividad, algo que Juan pedro te lo hace de forma paulatina, mostrándote la oportunidad de crecer de una forma divertida.

Mi primera experiencia fue el curso creatividad. Teniendo el juego como herramienta de aprendizaje trabajamos la voz, el movimiento y la escenificación, fue una experiencia increíble a todos los niveles. Por estas razones no dudé en apuntarme a los cursos de cuentos, y no lo hice solo una vez, ya que tuve la gran suerte de aprender que el cuento va más allá del cuento.

Estos cursos me han ofrecido herramientas que utilizo en lo profesional y en lo personal.

Si sus cursos fueran libros, serían cursos de “mesilla”, aquellos que debes tener cerca para poder cogerlos siempre.

Realicé el 2º curso de “Érase tu vez”. Me ha servido para tomar una perspectiva de mi propia vida atendiendo a momentos y personas que han sido decisivas para mi trayectoria y crecimiento personal, reconocer el “viaje/es del héroe” que he realizado hasta aquí y sigo realizando, y por supuesto, compartirlo con otros “viajeros”. Ahí es na!

Amigos desconocidos, amantes de la narrativa y la magia, yo tuve el honor de participar en la primera edición de “Erase tu vez”. Fue una experiencia maravillosa de la mano de un mago único y sabio y el cariño de mis compañeros de aventura, a lo que se sumó la magia de mi propio cuento, que ha ido acompañándome, revelándose y desvelándome!

Nunca pensé aquel fin de semana en la Casa de la Piedra que habría en mi vida un antes y un después a partir de entonces.

“Érase tu vez” es un espejo para el alma, un descubrimiento a una cueva interior en la que cada una de nosotras, y de nosotros, escondemos miedos que no llegamos a verbalizar por el terror a ser juzgados o porque, en ocasiones, pensamos que no decir es signo de que eso que te reconcome no exista en la realidad, pero no es cierto, al final te consume de uno u otro modo. Con este curso vomitas muuuuuuuuuchas emociones ( faltan “us” para decir cuántas) y te quitas unos cuantos kilos de negatividad de encima. Además, te queda para siempre un regalo precioso: un libro en el que cada una, cada uno de los presentes te abre una llave a su interior de la que nunca podrás desprenderte. Para mí fue una experiencia inolvidable. Gracias maestro! Gracias compañeras, compañeros, esos quijotes calientes del mundo!!!

Recomendable 100%, es una experiencia que no te dejará indiferente, lloré, reí, me asusté y se me pasó el miedo, abrí mi corazón y se llenó de momentos para recordarlos por toda la eternidad. Si tienes la oportunidad no la dejes escapar, no te vas a arrepentir, no sabemos de lo que somos capaces hasta que lo hacemos.