Érase Tu Vez: Al encuentro del pasado con mirada de cuento (I)

El curso “Érase tu vez” es algo más que un curso en el que aprendes algo bueno, es una inmersión en las estancias de tu pasado, un viaje al fondo de ti para crear una narrativa que te cuente y te de sentido. Escribir un cuento es fácil para unos, muy complicado para otros, imposible para quien no lo intenta, pero si ese cuento es el cuento de tu vida entonces la cosa cambia. Pero vayamos por partes.

LA BIOGRAFÍA

Cada asistente al taller ha de elaborar su autobiografía antes de venir, es un ejercicio breve pues no se necesitan más de dos o tres páginas, es como una línea de vida que va a facilitar el proceso y dará comprensión al trabajo a realizar. Y de esta forma comienza el viaje.

Mirar en nuestro pasado siempre es motivo de desasosiego, pero es tan necesario como imprescindible para poder comprender que lo que hemos vivido ha tenido sentido. Francesc, asistente a uno de los talleres, nos contaba: <<Antes de llegar ya hemos realizado un trabajo previo de nuestra vida, sentimientos y vivencias, la puerta se ha empezado a abrir y ya no la podremos cerrar. En mi caso ver las vivencias desde la perspectiva del ser mayor no es fácil, en algún caso hasta doloroso, pero saber que ya de niño desarrollaba mis técnicas para no enfrentarme a los niños del cole que me hacían bullying por mi diferencia, descubrir que ese agua está pasada y ya no duele, que perdonaste a aquellos que eran justicieros de la diferencia y que tú eres hoy el resultado de todo aquello es, por lo menos, gratificante.>>

Es en este momento cuando se toma conciencia de que estamos iniciando un viaje importante, que vamos a ser los protagonistas de un relato que nos ha construido con el paso del tiempo.

Recordar nuestro pasado es fabular, pues nunca sabremos si pasó de esa forma como lo recordamos, o fue de la manera como lo recuerda un hermano o hermana, por ejemplo. Las cosas que revivimos son tan importantes como las que olvidamos, pero nuestro inconsciente nos sirve aquellas que, por alguna misteriosa razón, necesitamos tener presentes en este preciso momento de nuestra vida. De ahí la importancia de no detenerse ni juzgar lo que hemos de contar en nuestro relato biográfico, que será breve, será una guía para iniciar el camino.

EL VIAJE DEL HÉROE

Nuestra psique tiene estructura mítica, convierte en cuento cualquier cosa que narra, con esa forma de estructurar la narración, que Joseph Campbell llamó “El viaje del héroe”, y que está inserta en los mitos y leyendas de todas las culturas de la humanidad. Así, nuestro relato vital también se expresará, sin pretenderlo, de esta forma, como un cuento. Un héroe, o heroína, inicia un viaje que le aleja de su comunidad para adentrarse en las profundas y oscuras cuevas del inconsciente, tendrá un mentor que le guiará al principio del viaje, cruzará un umbral que le llevará al vientre de la ballena donde vivirá pruebas infernales, luchas feroces con monstruos de todo tipo. Saldrá vencedor de todas las batallas y en cada una habrá aprendido algo más hasta alcanzar una gran sabiduría y experiencia que le permita el retorno a su comunidad de origen para compartir el conocimiento, así compensará lo que la comunidad le dio a él. Este viaje mítico es una metáfora muy elaborada del viaje que todos hemos de realizar a lo largo de nuestra vida y este va a ser el cuaderno de campo que nosotros usemos a lo largo del taller, tanto en la propia estructura del mismo como en el soporte que hagamos de él para la elaboración del cuento de cada asistente al taller.

LAS DINÁMICAS

El curso se realiza en tres días intensos de dinámicas relacionadas con el movimiento, el juego, el baile, la poesía, la escritura, las metáforas… Es un recorrido que comienza jugando como niños, porque el juego infantil es la forma más directa de estar en el aquí y ahora, tan necesario para el viaje que se emprende. Y será ésta la llave que nos abra la puerta para acceder al plano donde se conviven las metáforas, los símbolos, la creatividad, el cuento y la poesía, entre otras cosas. Porque cuando jugamos como niños nos instalamos en un presente absoluto donde lo único que importa es jugar por jugar, para reír y poco más. Este espacio es compartido con poetas, artistas y moribundos. Hablaremos de esto más adelante.

Seguimos con dinámicas de escritura creativa, con juegos de metáforas visuales, con test proyectivos sobre dibujos simbólicos, con reflexiones sobre fragmentos de películas, o análisis creativo de pequeñas piezas teatrales que juegan con la metáfora. Se escriben principios y finales de cuentos, se desarrolla la capacidad que cada persona tiene para la poesía, reforzando con propuestas que vayan instalando en los asistentes el lenguaje del símbolo y la poética de la mirada. Todo ello les va a preparar para el proceso de escritura del cuento personal.

Entreverado con estas dinámicas también se usan técnicas para contar cuentos, para que cada persona saque su parte narradora y pueda expresar sin complejos lo que haya de contar más tarde.

Para poder crear una cierta capacidad de evocación hacemos visualizaciones guiadas que servirán para ir abriendo espacios diáfanos en nuestra psique de una forma consciente.

En todo este proceso es importante el baile libre que, junto con el juego y las visualizaciones, se ha de convertir en el eje de la expresión del taller.

EL CUENTO

Es bien sabido que los cuentos son herramientas, monumentos literarios creados por la humanidad para la transmisión de conocimiento. Los cuentos poseen la extraordinaria capacidad de “entretener” a nuestra mente, siempre juzgante, para colar por la puerta de atrás, con el lenguaje de los símbolos, la enseñanza que necesitamos para construir nuestra vida. Los cuentos habitan en un espacio de fantasía donde cualquier realidad es posible, y cuando escuchamos uno de esos relatos abrimos canales imperceptibles para la mente que, de darse cuenta de la jugada, sometería a un juicio sumario el contenido quitándole valor y relegándolo a la categoría de fantasía irreal o cuentos de niños. Pero el juego que plantean los cuentos con las historias, divertidas o profundas, hacen que nos inclinemos por jugar o reflexionar antes que juzgar. Y esa es una de las grandes bazas del taller Érase tu vez, que unimos juego con reflexión, pasión por crear con mirada sin juicio a nuestro pasado. El cuento es el soporte de nuestro taller, el lienzo donde se pinta el retrato de nuestra vida. Pero no es el objetivo, es una tarea más junto al compartir en el grupo, el contar ante la cámara, editar un libro o pintar tu autorretrato. Lo que importa es el proceso, el viaje.

Cuando comprendemos el proceso del viaje del héroe y lo aplicamos en nuestra vida nos damos cuenta que somos como los héroes, que lo que hemos vivido es tan importante como lo que han vivido los héroes y heroínas de los cuentos y mitos, que están expresados con metáforas y que ahora, una vez entendido esto, podemos afrontar el escribir el cuento de nuestra vida con la distancia que nos da el lenguaje de los símbolos.

EL VIDEO

En un momento del viaje, cuando el cuento ya ha sido elaborado, nos disponemos a contarlo ante la cámara. Esto, que en sí no es nada, se convierte en una gran batalla contra el último dragón, una lucha feroz contra los miedos internos pues el video es como un espejo que nos devuelve nuestro propio diálogo, una proyección de lo que creemos que piensan los demás de nosotros, que no es más que la autoimagen deformada que tenemos cuando nos juzgamos. El vídeo será un elemento más que se incorporará al patrimonio del participante, al que solo tendrá acceso él y quien considere. Cumplirá la función de los antiguos álbumes de fotos que narraban con precisión el momento vital. Será como un acta notarial del cuento de su vida.

EL LIBRO

Y aquí aparece otro elemento crucial del taller, la cuidada edición de un libro con el cuento de cada participante. Cuando finaliza el curso y el cuento está ya sobre el papel, bien pulido, lo editamos en un libro para que se entienda la importancia del acto realizado y que la vida de cada uno, de cada una, tiene sentido cuando es compartida con la comunidad que le dio identidad. El libro se convierte así en un acto psicomágico que va a dar coherencia a todo lo demás. Pero tampoco es el objetivo del taller, es la excusa: un libro exquisitamente editado para compartir con la comunidad los avatares de cada personaje. Más tarde vendrá la presentación pública del mismo como referendo final de todo el proceso.

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