Érase Tu Vez: Al encuentro del pasado con mirada de cuento (III)
MÁS ALLÁ DEL TALLER
Los arquetipos y símbolos que pueblan los cuentos de cada persona son universales, así ocurre que, tras leer alguno de los cuentos, hay personas que sienten el poder del mismo y pueden aplicarlo en su propio conocimiento interior. Una psicóloga infantil utilizó uno de los cuentos publicados en una terapia con una niña y ésta pudo conectar y expresar cosas que antes no lo había conseguido con otros medios. El cuento hizo posible que la niña verbalizara lo que necesitaba y lo hizo a través de las imágenes que el cuento le ofrecía. El viaje del héroe, recordamos una vez más, acaba con la vuelta a la realidad del comienzo del viaje, al lugar donde el héroe ha nacido y donde lo han cuidado, todo lo que es se lo debe a esa comunidad y ahora es el momento de devolver y compartir los bienes adquiridos. El cuento cumplió con esta niña su función.
El libro es un objeto que te permite viajar a través del tiempo y el espacio. Cuando sale de tus manos pasa a pertenecer al giro que el destino tenga preparado para tu obra, que ya no te pertenece. Quizá te despierte algo que llevabas escondido, oficio de escritor o escritora, y a partir de ese momento lo conviertas en tu pasión, en tu forma de estar en el mundo. ¿Tendremos capacidad de escribir un cuento? –se preguntaba un asistente ante el reto que planteaba el taller—. Era un monstruo personal que le acechaba y con el que habría de luchar con furia. Y consiguió vencer. Escribir es mi pasión, siempre lo fue, el taller me dio la oportunidad de desarrollarlo y ahora he abierto la puerta de los cuentos, de contar otras historias que dormían en mi cabeza y que ahora fluyen de una manera sutil –decía Francesc.
Preguntamos a los participantes qué creían que había ocurrido en el taller y estas fueron algunas de sus respuestas:
Virginia contaba: << Para mi fue una conexión total con todos mis compañeros. Éramos todos tan diferentes y ninguno nos conocíamos de nada y en un fin de semana cómo pude llegar a conectar con toda la gente y ver todas las cosas que nos unen y ese acercamiento y eso… no sé cómo explicarlo, fue algo mágico.>>
María José dijo: << Pienso que se creó un nivel de conciencia expandido que abarcó a todos los participantes.>>
Aurelio nos contaría: <<Agradecido por el juego y la alegría, por la diversión y por la transformación que operó en mí saber que cada personaje y cada persona viven un viaje hacia el reconocimiento de su propia heroicidad. Es un trabajo hermoso que cambia a las personas y las vuelve más libres y sabias, más felices.>>
Irene contó: << El poder escuchar a mis compañeros me ha generado una sensación de unión total, descubrir que existe una memoria ancestral que todos compartimos me ha conectado con LA VIDA, algo más grande que mi propia vida. Descubrir que nuestro viaje es común me ha relajado, me ha conectado al todo… me he dado cuenta que cuando escribes, todo cambia de dimensión y se convierte en verdad. Creo que en el taller nos conectamos, primero con nosotros mismos (con nuestro ser), y segundo con el Todo. Abrimos nuestras capacidades y nuestra intuición para re-descubrirnos a nosotros mismos permitiéndonos crecer y ver el Todo que nos une.>>
Y como cada cuento ha de tener un buen final, pues cada cual escribe el suyo jugando de nuevo con las metáforas, que es el idioma que entiende el inconsciente. Mensaje en una botella de cuento para el futuro, lámpara de Aladino con su genio dentro, que irá desgranando la forma de vivir a partir de ahora, con sutileza, como en secreto. El taller no acaba con un colorín colorado que cierra la puerta a nuevas experiencias, sino que se instala en nuestra comprensión un continuará permanente, más allá de los reinos de fantasía o realidad, porque seguimos viviendo la mejor de las historias que podíamos vivir: la Vida.
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