¿TIENES QUE HACER UN EXAMEN ORAL?
- Posted by Juan Pedro Romera
- Date 25 abril, 2019
AQUÍ TIENES UNOS CUANTOS CONSEJOS PARA SALIR CON VIDA
Han convocado oposiciones y hay un examen oral… ¡vaya faena! Lo que más miedo me da en la vida —te dices—, y recuerdas la última vez que te presentaste a las oposiciones —que te suspendieron justo en el oral— y empiezas a temblar…
Pero no te preocupes porque te voy a dar unos cuantos consejos de los que hacen época (¿o era épica?).
- Estúdiate los temas. Parece una obviedad pero es la base de todo. ¿Cómo quieres estar seguro/a ante un tribunal si el tema lo llevas cogido con pinzas? Cuanto más te sepas los temas, más seguro/a vas. Sí, ya sé que no te ha dado tiempo a estudiártelos todos pero no vas a tener tanta mala suerte y que te salga el que no te sabes. Lo dicho, ponte a estudiar y no levantes cabeza hasta el día D.
- Respira, respira, respira. Sí, de eso se trata, de respirar. Imagina la escena, llegas al tribunal, sacas el tema, te preparas para soltar palabras como un croupier profesional lanza cartas…y te desmayas. ¡Se te había olvidado respirar! Ya que lo sabes, recuérdalo para siempre: ¡tienes que respirar! pero —y aquí viene la lección—hazlo con el abdomen (¡la panza, vamos!). Antes de enfrentarte al pelotón de fusilamiento (así ves al tribunal ¿no?) respira lento varias veces hinchando el abdomen, nota cómo el aire entra y sale, sacando barriga (no te preocupes que los demás andan más asustados que tú y no se fijan). Y disfruta con la tranquilidad que te dará.
- Practica, practica, practica. Eso es, hay que practicar y mucho. Nadie nace enseñado, nadie improvisa sin haber aprendido a improvisar, es paradójico pero es así. Ponte delante de un espejo, o sienta a tu perro delante de ti y suéltale todo el tema, sin pestañear, cuando lo hayas hecho varias veces comprobarás que todo fluye cada vez mejor, que las palabras cogen soltura, fluidez y se hacen un hueco en ti, que tus manos ya no son garras, que el cuello ya no es de madera y que tu cara ya no parece los pies de otro… ¡El tribunal te va a hacer la ola!
- Usa los silencios. Pues sí, no hay que estar hablando sin parar que los miembros del tribunal también tienen que respirar. Me refiero a los silencios con tensión dramática, unos segundos entre frase y frase hace que el misterio crezca, que ese señor del tribunal que se ha dormido, despierte intrigado por si se ha perdido algo. Pero no te pases, que se pueden ir porque piensen que has terminado.
- Mira a los ojos. Es muy importante la conexión con la mirada de quien te escucha, pero no te quedes solo con uno, o una, porque se puede mosquear al sentirse invadido/a. Lo mejor para estos casos es hacer un recorrido por los ojos de todos los miembros del tribunal, como si pasaras un plumero para quitarles el polvo de la cara (¡un plumero de pestañas!, no está mal).
Si sigues estos cinco consejos ya tienes el examen aprobado, y si no apruebas es que no tenía que ser, tómatelo con calma que el mundo no se acaba por eso.
¡Y ahora a estudiar!
Ah, se me olvidaba, si no te aclaras con estos consejos, vente a los cursos que hago y ya lo dejas solucionado.
Profesor de Oratoria, escritor y preparador personal para personas que desean hablar en público.
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